domingo, 23 de mayo de 2010

Isidoro y Dublín


en estos tiempos de mishiadura nada mejor que revolcarse entre textos que reflejan nuestro propio patetismo ante las cosas, particularmente la falta de una tarjeta diners es algo así como no poder pasar al cielo... o no poder terminar de ver un video porno porque, justamente, nos falta la cbu. Fuera del sistema, todo es imaginación y pensamiento, es lo único casi gratis, digamos... es así que me deleito soberanamente con los textos de Blaisten en Dublín al sur, literalmente, me encanta y me parecen insuperables por el goce concreto que da estar entre sus páginas. He aquí un principio de un cuento que, por azar de circunstancias se llama LA FELICIDAD, no se pierdan Dublín al sur... so

... Todo comenzó cuando el petiso y a mí nos echaron de nuestras casas. Ya habíamos agotado todas las posibilidades de conseguir un trabajo remunerativo y estable. Ya habíamos hecho ocho sociedades distintas y todas habían fracasado. La última había sido un taller de fotocopias en una calle perdida donde no pasaba ni un alma. Cuando resolvimos ponernos de empleados, ya el gérmen del cansancio había madurado casi simultáneamente en nuestras esposas... A los dos nos habían echado del empleo, el petiso perdió su puesto de gasista y yo el de fotógrafo... Bueno, el asunto es que pasan tres días y me lo encuentro al petiso en Cabildo. Los dos en la misma situación. Gran alegrón... NO queremos decirlo, pero los caminamos y pensamos lo mismo: una nueva sociedad... i. blaisten

No hay comentarios: