viernes, 9 de enero de 2009

Blanco

Lo bueno de la vida es encontrarse con un papel en blanco o con un blanco, si a eso llamamos a una parte de un diario o una revista donde no hay nada, entre tanto barullo, vamos a sospechar. Todo lo que es blanco está para ser llenado? Es la pregunta. Le tenemos miedo al blanco o al vacío y por eso directamente preferimos no encontrarnos con él, sería como si al cruzar por la calle nos encontráramos con un abismo.
Pues bien, el blanco nos hace tímidos, porque lo somos por naturaleza en un territorio al que no nos acercamos demasiado, pero todo es cuestión en empatía en el universo y de puntos de encuentro.
Tomemos una hoja en blanco y veremos que inmediatamente se crea un punto de encuentro, y si podemos ir llenándolo, podemos escribir por los costados y dejar el centro libre, arriesgar un dibujo, traducir onomatopeyas…

Sofìa

jueves, 8 de enero de 2009

Las palabras

Las palabras son pequeñas palancas,
pero no hemos encontrado todavía su punto
de apoyo.
Las apoyamos unas sobre otras
y el edificio cede,
Las apoyamos en el rostro del pensamiento
y las devora la máscara.
Las apoyamos en el río del amor
y se van con el río.
Y seguimos buscando su suma
en una sola palanca,
pero sin saber qué queremos levantar,
si la vida o la muerte,
si el hecho mismo de hablar
o el círculo cerrado de ser hombres.

Roberto Juarroz

martes, 6 de enero de 2009

Taller de Verano

El escribir es transmitir un pensamiento, una idea, una historia, una emoción, en palabras. Es dejar nuestra mirada sobre lo que nos rodea o lo que está más allá de nosotros. Es un hecho estético, artístico, una necesidad que crece dentro de nosotros. La expresión cultural es un esfuerzo del hombre por comprenderse a sí mismo a través de un lenguaje, en este caso, la escritura.
La idea del taller es compartir lo que escribimos y lo que leemos, conocer las herramientas que el lenguaje nos otorga para narrar un cuento o escribir una poesía. Cada persona tiene un estilo propio, por ello no se imponen estilos, se trabaja para que el material que cada uno traiga al taller salga lo mejor posible. ¿De qué manera? En varias etapas: la etapa inicial o volitiva, donde ramos rienda suelta a la emoción y una segunda etapa reflexiva, donde aplicamos técnicas, recursos, atajos . Esto se logra con la ayuda de nuestros compañeros del taller, con los libros o la experiencia de otros autores, manuales de estilo, etc y, por sobre todo, con ayuda de nosotros mismos. Así, compartimos formas de decir y de leer, para cada integrante serán diferentes y, esa diferencia bien lograda dará el marco participativo indispensable para aprender disfrutando de lo que se hace.
Se trabaja también en el marco de la promoción de la lectura y en la circulación permanente de material entre los participantes.

Para más información
sofiasacchetti@yahoo.com.ar
crepuscultor@yahoo.com.ar