lunes, 6 de diciembre de 2010

Mar

Te extraño

Siempre pienso cuando voy a volver

Y corro hacia vos

Como si fueras a escaparte

Pero cuando llego estás ahí

Igual de roñoso y cualunque

Pero cerca

Entonces se que soy porteña

Y que aprendí amar

Lo mismo que negué

Acá estamos los dos

Somos un poco bastante

Miserables

Si nos miran

El andrajo de los años

Y una sonrisa

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Ver http://www.youtube.com/watch?v=5zmFTMe8cVs

Para los amerindios, el uso de las palabras implica una responsabilidad social que no es una elección. El que escribe tiene una responsabilidad política con respecto a su comunidad y al mundo en el que vive. No hay diferencias jerárquicas, desde el yuyo hasta el más elder (los viejos) son la comunidad; en las ceremonias siempre tiene que haber, por lo menos, un niño y un elder. El hombre tiene, a lo largo de su vida, todas las edades.

Hoy murió un niño, todos los días muere un niño, nosotros continuamos, tenemos que continuar, la vida no se detiene, pero la mirada sí debe detenerse. La mirada tiene que contar porque las palabras son la historia de una comunidad.

Ezequiel empezó a trabajar a los cuatro años, si no antes, es decir, creció de golpe, como muchos chicos en nuestro país, no tuvo infancia ni posibilidades de elegir. Hoy veo chicos de diez años cargando carros enormes a las doce de la noche y sé que un cuerpo es un cuerpo y que cada golpe no es gratuito.

Es tan simple, que no admite una visión política, hoy y siempre las cárceles están pobladas de pobres, como en Estados Unidos están llenas de negros. Las respuestas a la vida que llevamos la tenemos allí, a la vista, no hace falta abrir un diario, sobre todo porque sabemos que nos ocultan la verdad, el caos.

A veces es bueno pensar que todo va bien, es sano, pero si dejamos que eso se convierta en una muralla, en una ilusión ideológica, nos vamos a perder en nosotros mismos, vamos a perder nuestra pertenencia a la comunidad y nunca vamos a poder encontrarnos; nada que el consumo o el éxito pueda darnos, nada en nuestra vida personal podrá llenar el terrible agujero entre nuestro ser particular y nuestro ser específico, nuestro ser social.

Para los amerindios, cuando uno se va de su hogar, de su verdadero hogar, deviene la locura.

martes, 9 de noviembre de 2010

Howard Zinn - La otra historia de Estados Unidos - 2da parte

El vocabulario de Jefferson resulta revelador: "agricultura... industria... civilización". La "mudanza" de los indios era necesaria para abrir el vasto territorio americano a la agricultura, al comercio, a los mercados, al dinero, al desarrollo de la economía capitalista moderna. Para todo esto, la tierra resultaba indispensable, así que después de la Revolución, los especuladores ricos, incluidos George Washington y Patrick Henry, compraron enormes áreas del territorio. John Donelson, un cartógrafo de Carolina del Norte, se hizo con 20 mil acres de tierra cerca de donde hoy se encuentra Chattanooga. Su yerno hizo veintidós viajes desde Nashville en el año 1795 para comprar tierras. Se llamaba Andrew Jackson.
Jackson era un especulador inmobiliario, comerciante, negrero y el más agresivo enemigo de los indios de la primitiva historia americana. Llegó a ser héroe de la guerra de 1812, que no fue (como a menudo nos dan a entender los libros de texto nortemaricanos) simplemente una guerra por la supervivencia contra Inglaterra, sino una guerra para la expansión de la nueva nación hacia tierras de Florida, Canadá y el territorio indio.
Tecumseh, un jefe shawnee y famoso orador, intentó unir a los indios contra la invasión blanca. "La tierra", dijo, "pertenece a todos, para el uso de cada uno..."
Enfurecido cuando sus colegas indios se vieron obligados a ceder una gran porción de su territorio al gobierno de los Estados Unidos, Tecumseh organizó un gran encuentro indio en 1811. Reunió a cinco mil indios en la ribera del río Tallapoosa en Alabama, y les dijo: "¡Que perezca la raza blanca. Ellos nos toman las tierras; corrompen a nuestras mujeres, pisotean las cenizas de nuestros muertos! Hay que enviarles or un rastro de sangre al sitio de donde provinieron."
Los indios creek ocupaban la mayor parte de Georgia, Alabama y Mississippi. En 1813 algunos de sus guerreros mataron a 250 personas en Fort Mims y seguidamente las tropas de Jackson quemaron un poblado creek, matando a hombres, mujeres y niños. Jackson estableció la táctica de prometer recompensas en tierras y botín.

continuará...

sábado, 6 de noviembre de 2010

Mientas crezca la hierba y corra el agua - Howard Zinn -La Otra historia de los Estados Unidos -

Si las mujeres, entre todos los grupos subordinados de una sociedad dominada por los blancos ricos, eran las que más cerca estaban de casa (de hecho, estaban en la misma casa) -las más "interiores", pues- los indios serían los más extraños, los más "exteriores". Las mujeres, al estar tan cerca y ser tan necesarias, eran tratadas con más paternalismo que fuerza. Al indio, que era innecesario -incluso era un obstáculo- se le podía tratar con fuerza bruta, aunque a veces la quema de los poblados estuviera precedida de un lenguaje paternalista.
y así, la "mudanza de los indios", como amablemente la han llamado, despejó el territorio entre los montes Apalaches y el Mississippi para que fuera ocupado por los blancos. Se despejó para sembrar algodón en el Sur y grano en el Norte, para la expansión, la inmigración, los canales, los ferrocarriles, las nuevas ciudades y para la construcción de un inmenso imperio continental que se extendería hasta el Océano Pacífico. El coste en vidas humanas no puede calcularse con exactitud, y en sufrimientos, ni siquiera de forma aproximada. La mayoría de los libros de historia que se dan a los niños pasan de puntillas sobre esta época.
En la guerra revolucionaria, casi todas las naciones indias importantes lucharon del lado británico. Sabían que si los británicos -que eran quienes habían establecido un límite a la expansión occidental de los colonos- perdían la guerra, no habría manera de contener a los norteamericanos.
Efectivamente, cuando Jefferson llegó a la presidencia en 1800, había 700000 colonos blancos al oeste de las montañas. Jefferson entonces emplazó al gobierno a promocionar la futura "mudanza" de los creeks y los cherokees de Georgia. La actividad agresiva contra los indios fue en aumento en el territorio de Indiana durante el mandato del gobernador William Henry Harrison.
Cuando, con la compra a Francia del territorio de Luisiana en 1803, se dobló el tamaño de la nación -extendiendo de esta forma la frontera occidental desde los montes Apalaches, a través del Mississippi, hasta las montañas Rocosas- Jefferson propuso al Congrso que a los indios se les debería animar a establecerse en territorios más reducidos y dedicarse a la agricultura. "... Se consideraron dos medidas urgentes. La primera era la de animarlos a que abandonaran la caza... En segundo lugar, se promocionaron las casas de comercio entre ellos... llevándoles de esta forma hacia la agricultura, la industria y la civilización...".

continúa

lunes, 25 de octubre de 2010

LINDA HOGAN

LINDA HOGAN

THE BOOK OF MEDICINES

CROSSINGS

There is a place at the center of earth

where one ocean dissolves inside the other

in a black and holy love;

it’s why the whales of one sea

know the songs of the other,

why one thing becomes something else

and sand falls down the hourglass

into another time.

Once I saw a fetal whale

on a block of shining ice.

Not yet whale, it still wore the shadow

of a human face and fingers

that had grown before the taking

back and turning into fin.

It was a child from the curving world

of water turned square,

cold, small.

Sometimes the longing in me

comes from when I remember

the terrain of crossed beginnings

when whales lived on land

and we stepped out of water

to enter our lives in air.

Sometimes it’s from the spilled cup of a child

who passed through all the elements

into the human fold,

but when I turned him over

I saw that he did not want to live

in air. He’d barely lost

the trace of gill slits

and already he was a member of the clan of crossings.

Like tides of water,

he wanted to turn back.

I spoke across elements

as he was leaving

and told him, Go.

It was like the wild horses

that night when fog lifted.

They were swimming across the river.

Dark was that water,

darker still were the horses,

and then they were gone.

CRUZAR

Hay un lugar en el centro de la tierra

en el que un océano se disuelve dentro de otro

en un amor negro y sagrado;

por eso las ballenas de un mar

conocen canciones del otro,

por eso una cosa se transforma en otra

y la arena cae en el reloj

hacia otro tiempo.

Una vez vi un feto de ballena

en un bloque de hielo brillante.

No era ballena todavía pero tenía

la sombra de una cara humana y dedos

que le habían crecido antes de desaparecer,

de convertirse en aletas.

Era un hijo del mundo

del agua en curvas y ahora estaba cuadrado,

frío, diminuto.

A veces, la nostalgia mía

viene de cuando me acuerdo

del territorio de comienzos cruzados

cuando las ballenas vivían en la tierra

y nosotros salimos del agua

hacia nuestras vidas en el aire.

A veces, de la taza derramada de un chico

que pasó a través de todos los elementos

y entró al pliegue humano,

pero cuando lo di vuelta

vi que no quería vivir

en el aire. Apenas acababa de perder

las huellas de las branquias

y ya era un miembro del clan de los cruces.

Como las mareas del agua,

quería volver.

Yo hablé a través de los elementos

mientras él se iba

y le dije, Ve.

Fue como los caballos salvajes

esa noche de niebla.

Atravesaban el río a nado.

Oscura era ese agua,

más oscuros, los caballos,

y después, ya no estaban.

domingo, 17 de octubre de 2010

Carol Arnett

THE OLD MAN SAID (fragmento)

El viejo dijo

Algunos te dirán
que no tiene
importancia. Es
mentira. Todo,
cada cosa
importa. Y
nada bueno
ocurre con rapidez.

El viejo dijo

la sabiduría de un
animal puede
medirse por
la cantidad de su excremento.
mira
qué poco de sus
restos deja
el hermano ciervo.

el viejo dijo

Los indios no fueron
hechos para vivir en
las ciudades y no lo hacen.
Algunos residen en la ciudad
pero ninguno vive allí.


viernes, 4 de junio de 2010

Belleza en Kafka

En su rigor,
en el aroma a suave
vidrio que separa
los ojos del jardín esmeradamente incompleto,
por las nubes
bajas,
y el cantero ordinario de inoxidables margaritas.
En su llanto
detenido
por la cómoda sinrazón
de un corazón que no se detiene
ni aun en sueños
aplicados
sobre el lomo absurdo
de un libro abierto,
cerca del piano,
encima de la silla,
al lado de un sombrero
de lienzo azul oscuro,
de esos que usó alguna vez
el hombre pequeño
de encorvada espalda
cuyos nudillos
golpeaban
las puertas de roble cerradas
en las roncas tardes;
buscando
aromas,
buscando sendas en donde
usar las huellas de unos pies pequeños
y penosos
en donde abrumarse
con la llovizna
húmeda
de Praga.
Allí, en la defensa labrada
de un balcón de madera
a la intemperie
mientras la pluma
con tinta negra
corregía
números y letras
no mayores a este
invierno
que destroza con su vientre
el forzado dolor
de un padre
que no golpea, ni detiene
su equipaje,
ni saborea un cigarro amargo
en la comisura floja
de unos labios a punto
de estallar.
Allí, en el balcón colgado
encima de la cabeza
de un joven
que languidece
en el oficio terrestre de
arrastrarse,
mientras los demás sumergen
sus dientes en
los días porvenir.
La suavidad,
de una noche de lechosa lectura,
de una noche cerrada
en las muescas prolijas
del picaporte
que cierra
a cada hombre.
La suavidad,
de una cama húmeda,
flojos los hierros,
los bordes de las sabanas
con filigranas
y extraños y mudos
orificios
hacia la seda y la sangre
del helecho
que humea de sueños
en los sueños.
Y en el dormitorio
de al lado,
separados por una pared
con guiños y mohines
y verrugas
del tamaño
de la cara
de la vecina
que husmea
cuando abre y descubre
que los de al lado
no son importantes
para su vida,
que no son su vida,
ni su vida
tal como la presupone ella,
es bien diferente
de los hábitos y las pequeñas
simulaciones de los que viven
al lado,
con sus ruidos
y sus misterios,
con la poca prestidigitación,
con lo poco de harina
que hay en la alacena
para amasar un mendrugo
de pan duro,
mojarlo en la tibia
taza que besa
sus labios
secos de chistes necios
y bromas
para nadie,
y el líquido baja
por dentro,
en la negrura
de una existencia
que nadie conoce
por que nadie hay
que se aventure por esos pasillos
ensalivados y negros
buscando una puerta
equivocada
para abrir.

Jorge Gómez

lunes, 31 de mayo de 2010

Dimensiones del lenguaje

La importancia del lenguaje, su redescubrimiento, ya había ocurrido antes, y muchas veces. Para nosotros quizás su primer episodio se debe a Andres Bello, a su consideración de la lengua como ordenadora de la civilidad en América, afirmación que todavía sigue vigente. Su polémica con Sarmiento en “El Mercurio” tenía como fondo esta convicción. Mucho antes, la magna obra de Filon y los Setenta, precedía este reconocimiento de la palabra escrita como ordenadora del espíritu. Mucho después hubo casos en Europa más vertiginosos y dramáticos . Hacia 1920, turbado por las nuevas ideologías, Karl Krauss, el gran conferencista profético de Viena, observaba que la distorsión de la realidad, el desmantelamiento del sistema mayor de valores, comienza por un envilecimiento del lenguaje. Nadie advirtió que casi en el mismo tiempo y lugar las investigaciones de Freud confirmaban a Krauss. Los estudios sobre la psicosis advertían en un plano rigurosamente individual que el gran derrumbe psíquico compromete primero a la palabra, y suscita un enrarecimiento expresivo que es sintomático. Una pesada argumentación clínica ha sostenido hasta hoy lo que parecía un alarde espiritualista en la profecía de Karl Krauss. Pasada ya la guerra, George Steiner fundamentó en un incisivo ensayo aquella profecía largamente cumplida. En lo esencial, señaló con serenidad, el uso del idioma alemán para encubrir la infamia, la práctica degradante de eufemismos, la retórica instrumental que legalizaba lo monstruoso, había privado a la cultura alemana de su proverbial riqueza para mucho tiempo. También Friedlander observó que palabras como “sabandija” o ”limpieza social” sellaron el destino mucho más que las formas ideológicas. Unos pocos nombres nacidos en los albañales, cruzaron la inspiración ideológica y afectaron terriblemente la vida de millones. Esto fué considerado menos de dos décadas después de la guerra. Antes de eso, en 1949, Theodor Adorno, sensibilizado por un impacto similar, había afirmado que no habría poesía después de Auschwitz. Tanto en uno como en otro caso hubo un diagnóstico de parálisis, como si la cultura quedase enmudecida frente a lo que sus propios valores pueden ocasionar. La afirmación de que no habría poesía después de Auschwitz era asimismo una apelación a lo inmodificable del daño, un deseo ético que sea irreductible para la memoria. Paradójicamente, la prueba mayor de que hubo poesía después de Auschwitz fue Paul Celan, quién logró convertir la dimensión imposible de un campo de concentración en la dimensión imposible de la palabra escrita. Volver a perder lo perdido en una nueva lengua, que también era alemana, arañada, arrancada de aquel mismo sonido, desmintió parcialmente a Adorno. Parcialmente, porque el suicidio de Celan, acto casi genérico de los sobrevivientes de los campos, señala que la poesía tampoco es impune- Parcialmente desmentido, porque esa cultura fue afectada gravemente por la catástrofe, y aunque la naturaleza alemana volvió con la ecología, no hay arranque romántico o efluvio de abetos, arroyos y sombras que deje de convocar desde entonces la inquietud y la sospecha. Pero sobre todo lo desmintió porque es precisamente la poesía lo único que habría podido sobrevivir al uso perverso del lenguaje , la que mejor puede persistir, la que guarda entre los contenidos arrasados la semilla indomable de la lengua . Así como en la clínica individual, en el derrumbe psícótico, el discurso desaparece, pero quedan afinidades sonoras, juegos de imágenes, núcleos condensados, formas elementales que no pueden desplegarse, así también la poesía es el último rumor de una lengua que muere y el primero de una lengua que renace. Paul Celan mostraría además que nace allí mismo donde muere.

Enviado por Stella Szoit, participante del taller.

viernes, 28 de mayo de 2010

Antidefiniciones

Con mucha frecuencia en la reflexión sobre uno mismo se suele permanecer en un estadio en el que se es consciente d euno sólo como alguien situado frente a los otros, entendidos como “objetos”… la percepción de una separación de este género, propia de esta fase del proceso de autoconciencia, encuentra su expresión en muchas conceptualizaciones y muchos giros lingúisticos… Por ej. Se habla de la persona y su medio, del individuo y de la sociedad, del sujeto y los objetos sin apercibirse siempre de que la persona forma parte también de su “medio”.
Este carácter cosificador del lenguaje tradicional y también de nuestras operaciones mentales referidas a grupos de personas interdependientes, se ponte también de manifiesto en el propio concepto de sociedad y en la manera como se reflexiona sobre ella.
El esquema básico típico de la conceptualización predominante presenta a la persona individual, al “yo” individual rodeado por “figuras sociales”…
Norbert Elías/Sociología
fundamental.

Comentario: Este modelo o forma de analizar la sociedad es algo que también nos está determinando a la hora de escribir; qué pasaría con nuestros textos si cambiamos la forma de analizar los fenómenos sociales? Podría aportar algo a la polifonía? Qué relación podemos encontrar entre el texto de Elías y lo propuesto por Benveniste, por ejemplo, en cuanto a que el yo se posiciona en el aparato del lenguaje? Por supuesto, no puedo responder ninguna de estas preguntas, pero creo que el pensamiento se ejercita tanto como el cuerpo y que la única manera de salir adelante con los textos es salir adelante con el pensamiento, en forma de preguntas. Los textos tienen que contener preguntas más que respuestas... esa sería mi antidefinición.

jueves, 27 de mayo de 2010

Si pueden, consigan algo de Bauman


Hola, conocí a este autor (es decir, a sus textos)en la cursada de sociología del cbc y es muy interesante. Salió una nota en Ñ y me parece bueno difundirla. Lo cierto es que este blog no es sólo de literatura, es también un blog político, así que de las poesías podemos pasar casi a cualquier cosa sin que haya una frontera citada.

ENTREVISTA CON ZYGMUNT BAUMAN
Un mundo nuevo y cruel
El sociólogo que sacudió a las ciencias sociales con su concepto de "modernidad líquida" advierte, en una entrevista exclusiva, que hay un temible divorcio entre poder y política, socios hasta hoy inseparables en el estado-nación. En todo el mundo, dice, la población se divide en barrios cerrados, villas miseria y quienes luchan por ingresar o no caer en uno de esos guetos. Aún no llegamos al punto de no retorno, dice con un toque de optimismo.

http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2009/07/18/_-01960446.htm

lunes, 24 de mayo de 2010

Bicentenario ¿Qué corno festejamos?

Esta es una nota de Omar Bello, publicada en Perfil, a crítica ya la bajaron de un plumazo, así que, ya que página 12 podría ser el diario de Disneyworld, debemos empezar a buscar en los pocos intersticios que deja la censura algo que cuente lo que en realidad nos está pasando.

Bicentenario: ¿Qué corno festejamos?Por belloomar 23 de Mayo del 2010 61 Comentarios
Es probable que buena parte de la multitud que visita la patética kermesse que se montó sobre la Avenida Nueve de Julio, desconozca que hasta el jabón que usa para limpiar sus calzones está fabricado por manos extranjeras, y que ese simple dato los enfrenta a una terrible realidad: no sólo estamos, como es público y notorio, peor que en el primer centenario de la patria, también retrocedimos en comparación a los tiempos de nuestro nacimiento. Temporalmente, la crisis europea puede hacernos sentir que estamos en el camino correcto. Sin embargo, convendría recordar algo: la paz mundial está ligada al bienestar económico. Dios nos libre de que el euro se desbarranque o Estados Unidos vea peligrar sus hegemonía. Nuestras naciones, saturadas de recursos y habitadas por un puñado de seres humanos que no son capaces de producir el papel higiénico con que limpian sus traseros, se convertirían en un “Bocato di Cardinale” para países agobiados que, aunque la jueguen de civilizados en los organismos internacionales que ellos mismos crearon, no dudarían un minuto en arrasarnos con cualquier excusa. Porque en términos concretos, el cuento del desarme significa poseer diez mil bombas nucleares en lugar de once mil. ¿Con qué los vamos a combatir? El colorido ejército que desfila en nuestro promocionado corso bicentenario, desarmado y humillado, no puede ganarle ni un picadito a los bomberos de Sarandí. Se ponen de acuerdo un par de naciones y terminamos igual que los sobrevivientes de la tragedia de los Andes; comiéndonos los unos a los otros. Para colmo, a diferencia de Brasil, somos un mercado tan chico que casi todas las empresas foráneas que constituyen nuestra economía podrían retirarse sin que sus centrales sufran el menor daño. Quedan los caramelos de Arcor y la leche, siempre a punto de quebrar, de La Serenísima; dieta pobre pero patriótica que es casi lo único que pudimos conservar en doscientos años de desaciertos y corrupción. ¿La carne? Sin ánimo de deprimirlos, la mayoría de los frigoríficos grandes también están en manos ajenas. Queda la soja, eso sí. Ahora bien, sin la tecnología que viene de afuera y el fervor de los mercados asiáticos, como bien se decía antes: “No somos nada”. Cuando celebramos nuestro cumpleaños tenemos la sabiduría de “festejar” aquello en que nos convertimos. Por más negadores que seamos, algo de la realidad se filtra y nos permite cambiar. Cuando celebramos el cumpleaños de la patria, nos obsesionamos con el momento de la cópula. Gritamos a los cuatro vientos: “¡Fuimos hijos muy deseados!” Y no paramos de representar las buenas intenciones de nuestros “padres”. El problema es que, deseados y todo, como descendientes de ese amor inicial dejamos mucho que desear. En cierta forma, seguimos siendo un país porque el aire es gratis; situación que podría cambiar dramáticamente durante los próximos cien años. Convendría prepararse.

http://blogs.perfil.com/bello/2010/05/23/bicentenario-%c2%bfque-corno-festejamos/comment-page-3/#comment-10105

domingo, 23 de mayo de 2010

Isidoro y Dublín


en estos tiempos de mishiadura nada mejor que revolcarse entre textos que reflejan nuestro propio patetismo ante las cosas, particularmente la falta de una tarjeta diners es algo así como no poder pasar al cielo... o no poder terminar de ver un video porno porque, justamente, nos falta la cbu. Fuera del sistema, todo es imaginación y pensamiento, es lo único casi gratis, digamos... es así que me deleito soberanamente con los textos de Blaisten en Dublín al sur, literalmente, me encanta y me parecen insuperables por el goce concreto que da estar entre sus páginas. He aquí un principio de un cuento que, por azar de circunstancias se llama LA FELICIDAD, no se pierdan Dublín al sur... so

... Todo comenzó cuando el petiso y a mí nos echaron de nuestras casas. Ya habíamos agotado todas las posibilidades de conseguir un trabajo remunerativo y estable. Ya habíamos hecho ocho sociedades distintas y todas habían fracasado. La última había sido un taller de fotocopias en una calle perdida donde no pasaba ni un alma. Cuando resolvimos ponernos de empleados, ya el gérmen del cansancio había madurado casi simultáneamente en nuestras esposas... A los dos nos habían echado del empleo, el petiso perdió su puesto de gasista y yo el de fotógrafo... Bueno, el asunto es que pasan tres días y me lo encuentro al petiso en Cabildo. Los dos en la misma situación. Gran alegrón... NO queremos decirlo, pero los caminamos y pensamos lo mismo: una nueva sociedad... i. blaisten

viernes, 29 de enero de 2010

Unos tipos imperdibles


Hace unas semanas me encontré con unos chicos: The Whitest Kids U Know, y debo decir que me hacen temblar de la risa. Acá dejo una crítica de Página 12 a la serie.

Comparada con Kids in the Hall y Little Britain, dos programas de ácidos sketches humorísticos celebrados por su incorrección política, llega esta serie llevada adelante por un grupo de comediantes integrado por Trevor Moore, Sam Brown, Zach Cregger, Darren Trumeter y Timmy Williams, todos ex compañeros de la Escuela de artes visuales de Nueva York. Para esta 1ª temporada que estrena en exclusiva el cable en Argentina se prometen: la primera canción de rap para compartir un porro con dinosaurios; el musical que JFK y Lee Harvey Oswald cantan abrazados por un mundo mejor; la historia de un hombre empeñado en vender a la televisión series con nombres tales como “La ciudad judía” o “El doctor negro”; Armstrong y Aldrin en la Luna como dos adolescentes lisérgicos o una canción infantil que enseña a hacer metanfetaminas. Entre otros delirios. Imperdible.
Desde el 1º de enero, los viernes a las 23
y sábados a la medianoche, por I.Sat

jueves, 28 de enero de 2010

d. j. salinger

El guardián entre el centeno (D.J. Salinger)

He encontrado que alguien ha encontrado un fragmento perfecto

He encontrado, curioseando por ahí, este fragmento que sin duda es uno de los más destacables del libro, pues explica su título

[Holden habla con su hermana menor] "¿Sabes lo que me gustaría ser? ¿Sabes lo que me gustaría ser de verdad si pudiera elegir? (...) Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura".