viernes, 25 de abril de 2008

Tristes excusas

A la hora de no aprenderme de memoria

ese rito sangriento de letras tras letra,

y pasillos invadidos por la luna

lluvia sobre macetas de palabras.

Y el curioso aleteo de la mentira

sobre todo lo que dejamos de hacer

crecer, tras las espaldas.

Tristes excusas

ahora que amanezco

entrelazado a mis conquistas

que no son muchas...

libros,

cornisas,

y un pequeño agujero por el que espio

las tierras que me pertenecen

por consuelo.

Tristes excusas

a la hora de morder

el espeso sueño.

Sra. de Ordoñez

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Sra Ordóñez? ¿no tiene un nombre completo?