miércoles, 3 de septiembre de 2008

El regreso del viento



Inspirado en la sensación de los antiguos navegantes ante los
peligrosísimos océanos, Cordwainer Smith imaginó pequeñas
astronaves que, con inmensas velas, se desplazan por el espacio
como los veleros terrestres en el mar.
En algunos de sus cuentos las naves interestelares, que tienen
velas metálicas del tamaño de continentes, surcan el espacio impulsadas
por el viento solar. En el centro de esas enormes alas de metal
desplegadas en la oscuridad, una pequeña cabina contiene al navegante
encargado de conducir la carga de un lado al otro del universo.
Detrás de la cabina de mandos, flotan miles de ataúdes donde viajan,
en vida suspendida, los pasajeros estelares.

Los primeros navegantes habían salido casi
cien años atrás, con pequeños velámenes de
no más de tres mil kilómetros cuadrados. El
tamaño de las velas fue creciendo poco a poco.
La técnica de empaque adiabático y el transporte
de pasajeros en cápsulas individuales
acrecentó el índice de seguridad. Fue una gran
novedad cuando llegó un navegante, un hombre
que había nacido y crecido bajo la luz de
otra estrella. Era un hombre que había pasado
un mes de agonía y de dolor, trayendo unos
pocos colonos congelados, guiando la inmensa
nave de vela impulsada por la luz, y que
había recorrido los abismos interestelares en
un tiempo objetivo de cuarenta años.

La humanidad vio por primera vez a un navegante.
Tenía algo de plantígrado en el modo
de caminar, y el movimiento del cuello era
brusco, rígido, mecánico. No era ni joven ni
viejo. Había estado despierto y conciente durante
cuarenta años, gracias a la droga que
permitía un limitado estado de vigilia. Cuando
los psicólogos lo interrogaron, primero
para informar a los Instrumentos y luego para
los Servicios de Noticias, fue bien claro que
esos cuarenta años le habían parecido un mes.
Nunca se ofreció para volver, pues había envejecido
realmente cuarenta años. Era un
hombre joven, y tenía esperanzas y deseos de
hombre joven, pero había consumido la cuarta
parte de una vida humana en una única y
angustiosa experiencia.



Cordwainer Smith


(no me acuerdo de donde lo saqué, perdí el rastro de la nave, si quieren les mando el pdf que está imperdible por los dibujos que tiene)

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